LEGE

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domingo, 19 de diciembre de 2010

REFLEXION DE LA PRIMERA DE SAMUEL, CAPITULO 25

La historia que en Samuel se relata sobre Abigail refleja a una mujer llena de virtudes que empleaba con mucho razonamiento al hacer conciencia de cuán grande podría llegar a ser un problema debido a la imprudencia de quien en ese momento era su esposo. Los valores que revestían la personalidad de Abigail demuestran la capacidad de ésta para poder manejar positivamente una situación que claramente fue declarada en ese momento como una guerra.

Estos valores son:

Ø HUMILDAD: Porque al dirigirse a David no utilizó palabras arrogantes y se declaró como sierva del que ya estaba destinado a ser rey.

Ø SENSATEZ: Pues sabía que la negativa de su esposo para ayudar a David no era la correcta, así que tuvo el buen juicio de reconocer el buen gesto con el que David ayudó a los hombre de Nabal.

Ø AMOR A DIOS: Porque supo que su forma de actuar en ese momento no fue iniciativa propia, sino la voluntad de Dios que la dirigió hacia David.

Ø PACÍFICA: Ya que estaba consciente de que si no evitaba la llegada de David habría derramamiento de sangre en una guerra sin cuartel.

Ø AGRADECIDA: Porque al enterarse del buen gesto de David para con los siervos de Nabal, compensó a David con provisiones para él y sus hombres.

Ø SABIA: Porque su inteligencia le hizo percibir el propósito que Dios tenía con David, así como el propósito con el cual Dios le movía a ella para hablarle a David.

Ø SINCERA: Pues hizo saber a David que su esposo no sabía sobre lo que estaba haciendo y después le manifestó a su esposo lo que había hecho.

Ø HONESTA: Ya que en ningún momento demostró un actuar indecoroso en la forma en que se dirigió a David.

Ø JUSTA: Pues actuó en beneficio de la paz que debía permanecer para que David cumpliera con los objetivos de Dios.

Las palabras con las que Abigail se dirigió a David nos parece que también integraban un anuncio del gozo de la protección de Dios en su ser porque le expresó que él no tenía ninguna necesidad de manchar sus manos de sangre, ni la de sus hombres porque Dios no iba a permitir que mal alguno le tocara ya que ante todo estaba el propósito de Jehová por encima de cualquier voluntad humana.

Sobre esta historia y a nivel personal, pensamos que la actitud de Abigail debe ser digna de imitación, pues a lo largo de la vida nuestros impulsos nos hacen actuar sin pensar en las consecuencias que se dan cuando se toman decisiones a la ligera. No razonamos en el daño que nos podemos causar y el que también llegamos a causar a otros, que también podrían ser personas que nada tienen que ver en lo que en ese momento nos mantiene en una disputa.

Es bien cierto que lo que dicen: “El que se enoja pierde”; definitivamente David habría perdido la gracia divina de Dios al dejarse llevar por su sed de venganza contra Nabal, pero Abigail, fue el instrumento del que Dios se favoreció para hacer entrar en razón a David, actuó como una conciencia externa y le hizo saber todo lo que podría perder en un momento por causa del enojo hacia la actitud de Nabal.

Con humildad David aceptó su equivocación y desistió de sus intenciones para seguir adecuadamente la voluntad de Dios. Lo cual nos lleva a pensar también que el ser humanos, nos hace imperfectos al pretender actuar por nuestra cuenta sin pedir ayuda al Todopoderoso pues muchas veces no queremos hacer las cosas en forma pacífica, eso nos hace sentir humillados. Pero al motivarnos en nuestro accionar con sencillez podemos darnos cuenta que es mejor dejar que Dios ponga cada cosa en su lugar, sin necesidad de nuestra posible equivocada intervención. Es indudable también aceptar cuando procedemos mal porque “es de humanos errar y de sabios rectificar”…

Autoras:

IRMA ARACELY ANDINO RIVERA.

SINDY MERARI MURILLO REYES.

PATRICIA CAROLINA VALENCIA SANCHEZ.

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