LEGE

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domingo, 19 de diciembre de 2010

UNA JOYA VALIOSA Y ÚNICA


Un alumno llegó a su profesor con un problema:

Estoy aquí, profesor, porque me siento tan poco cosa que no tengo fuerzas para hacer nada.

Dicen que no sirvo para nada, que no hago nada bien, que soy tonto y muy idiota ¿cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

El profesor, sin mirarlo, le dijo:

Lo siento mucho, joven, pero ahora no puedo ayudarte. Primero debo resolver mi propio problema, tal vez después… Y haciendo una pausa dijo: si tú me ayudas y puedo resolver mi problema rápidamente, quizá pueda ayudarte a resolver el tuyo.

Claro, profesor, murmuro el joven. Pero se sintió otra vez desvalorizado.

El profesor se saco un anillo que llevaba en el dedo pequeño, se lo dio y le dijo: Coge el caballo y vete al mercado. Debes vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es preciso que obtengas por él el máximo posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete y vuelve con la moneda lo más rápido posible.

El joven cogió el anillo y partió. Cuando llego al mercado empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Ellos miraban con algún interés, atendiendo al joven cuando decía cuanto pretendía por el anillo. Cuando decía que una moneda de oro, algunos reían, otros se apartaban sin mirarlo.

Solamente un viejecito fue amable de explicarle que una moneda de oro era mucho valor para comprar un anillo. Intentando ayudar al joven, llegaron a ofrecer una moneda de plata y una jícara de cobre, pero el joven seguía las instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazaba las ofertas.

Después de ofrecer la joya a todos los que pasaban por el mercado, y abatido por el fracaso, montó en el caballo y regresó. El joven deseaba tener una moneda de oro para comprar el mismo el anillo, librando de la preocupación a su profesor pudiendo así recibir su ayuda y consejos.

Entro en la casa y dijo: profesor, lo siento mucho, pero es imposible conseguir lo que me pidió. Tal vez pudiese conseguir 2 ó 3 monedas de plata, pero no creo que se pueda engañar a nadie sobre el valor del anillo.

Importante lo que me dices, joven, le contesto sonriente. Primero debemos saber el valor del anillo. Vuelve a coger el caballo y vas a ver al joyero. Quien mejor para saber su valor exacto? Pero no importa cuánto te ofrezca, no lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo.

El joven fue a ver al joyero y le dio el anillo para que lo examinara. El joyero lo examino con una lupa, lo pesó y le dijo:

Dile a tu profesor que si lo quiere vender ahora no puedo darle más de 58 monedas de oro.

58 MONEDAS DE ORO!!! Exclamo el joven.

Si contesto el joyero, y creo que con el tiempo podría ofrecer cerca de 70 monedas, pero si la venta es urgente……

El joven corrió emocionado a casa del profesor para contarle lo ocurrido.

Siéntate, dijo el profesor, y después de escuchar todo lo que el joven lo conto, le dijo:

Tú eres como ese anillo, una joya valiosa y única. Solamente puede ser valorada por un especialista.

Pensabas que cualquiera podía descubrir su verdadero valor?. Y diciendo esto volvió a colocarse su anillo en el dedo.

Todos somos como esta joya. Valiosos y únicos y andamos por todos los mercados de la vida pretendiendo que personas inexpertas nos valoren.

COMENTARIO:

En muchas ocasiones las demás personas nos hacen sentir que no valemos nada, que no servimos para nada o incluso nuestros propios amigos nos ven de menos; la enseñanza que nos deja la reflexión anterior es que cada persona es única en el universo y precisamente por ser única es una joya invaluable e irrepetible.

La solución no está en lograr que todas las personas nos admiren, sino en admirarse a uno mismo y a partir de ahí buscar aquellas personas expertas, que igual al joyero saben valorar a las personas, no por su simple apariencia sino por todo lo que ella representa tanto en el exterior como en el interior.

Lastimosamente la gran mayoría de las personas son como los mercaderes, valoran a los demás por la simple apariencia y no se detienen a ver lo que hay en el interior; pero el verdadero problema está en que habemos muchos como ese joven, que no hemos aprendido a querernos a nosotros mismos y por ende no sabemos el valor que tenemos, esto conlleva a que nos creamos lo que nos dicen los mercaderes que nos encontramos en cada esquina.

“El valor de una persona no se mide por cuan popular es, por las posesiones que tenga o por lo bello que físicamente sea; sino por los valores morales que esa persona practica, por el amor y solidaridad tanto para sí mismo como con su prójimo”.

Por muy desdichada que una persona se vea o se sienta, esa persona es una joya invaluable, por lo tanto tiene los mismos derechos, las mismas atribuciones que las demás personas. CADA PERSONA ES UNA JOYA INVALUABLE E IRREPETIBLE DE LA CREACIÓN!!!

Autor: MILTON YOBANI LIZAMA BLANCO

Consejos a los jóvenes.

Proverbios de salomón, hijo de David, Rey de Israel.

Consejos a los jóvenes.

Hijo mío, escucha los avisos de tu padre, no rechaces las enseñanzas de tu madre, pues serán hermosa diadema en tu cabeza y collar en tu garganta.

Es un proverbio muy bonito, el cual nos deja un gran mensaje, y es que si seguimos los consejos de nuestros padres, vamos a triunfar en la vida.

La elegancia de nuestra personalidad, es el reflejo de los consejos y enseñanzas de nuestros padres.

Escuchar los consejos a tiempo, es cosa de grandeza, retractarse de un error y decir gane una experiencia, es cosa de inteligencia, decir sentirse bien, no siguiendo consejos y actuar con soberbia, es no tener conciencia de lo maravillosa que es la vida.

Si sabemos escuchar, y nuestras acciones son con respeto y obediencia, seremos felices, y haremos felices a nuestros seres queridos.

Autor: Ledis Monjivel Guevara

REFLEXION SOBRE LA HISTORIA DE DAVID Y ABIGAIL

Abigail significa: mi padre se ha regocijado.

Después de la muerte del profeta Samuel, David y sus hombres se mudaron a la región donde pastaban los rebaños del esposo de Abigail. Los hombres de David fueron como un muro protector alrededor de los rebaños y pastores y Nabal, tanto de noche como de día. Por eso cuando llego el tiempo de esquilar a las ovejas, David hizo que subieran a Carmelo para llamar la atención de Nabal al buen servicio que David le había rendido y pedir que les diera algo de alimento. Pero el avaro Nabal les grito represiones e insultos a David, tratándole de persona despreciable, y a todos ellos, de esclavos fugitivos. Esto enfureció tanto a David que se ciño la espada y condujo a unos cuatrocientos hombres para acabar con Nabal y con todo varón de su casa.

Cuando un siervo que estaba preocupado por lo sucedido le refirió este incidente a Abigail ella mostro su perspicacia al recoger inmediatamente un amplio suministro de alimento y grano, y enviarlo con sus ciervos delante de ella, sin decir nada a su esposo fue a encontrarse con David, a quien convenció mediante una súplica larga y ferviente, con la que dio muestras de sabiduría y lógica, así como de respeto y humildad, de que las palabras insensatas de Nabal no justificaban que se derramara sangre injustamente ni que no se esperara que Jehová mismo resolviera el asunto de la mejor manera.- David dio gracias a Dios por el buen juicio y la acción presta de aquella mujer.

REFLEXION:

El ejemplo de Abigail nos enseña que debemos ser perspicaces y mostrar buen juicio cuando se nos presente una dificultad.

El ejemplo de David nos enseña primero escuchar a los demás, segundo confiar y dar gracias a Dios por las bendiciones.

Los valores que nos deja la Historia:

§ Respeto

§ Humildad

§ Solidaridad

§ Amor (a Dios y al prójimo)

§ Bondad

Agradecimiento.

AUTORAS:

§ Ángela Elizabeth Fernández Franco

§ Evelyn Rosmery Vázquez Portillo

§ Cecilia Yamileth Vigil Castellón

§ María Soledad López Santos

"LA HUMILDAD" por WENDI BEATRIZ DOMINGUEZ ROMERO

A continuación daré a conocer mi reflexión y ella se referirá a la cita bíblica de San Mateo, capitulo 23 versículos 11 y 12, que nos dice “El más grande entre ustedes se hará el servidor de todos. Porque el que se pone por encima, será humillado, y el que se rebaja, será puesto en alto”.

Tenemos que esta cita bíblica nos habla prácticamente de la humildad, es así que he buscado una definición de humildad, pero ha sido casi imposible encontrar una que realmente defina que es realmente la humildad, cubriendo todos los aspectos y características de la humildad, es por ello que me animo a afirmar que no existe una mejor definición de la humildad más “que darse a los demás, sin esperar un reconocimiento o recompensa

La humildad es una virtud muy difícil de poseer y a veces hasta de distinguir, ya que se le confunde con carencia, con ser tonto o tonta, porque no le sabemos dar una definición a la humildad y llegamos a considerar que todo aquel callado, poco sociable, mal vestido, apocado, sumiso, resignado, etc. es la persona humilde. Pero esa es una gran equivocación, ya que desde mi punto de vista la humildad no encierra esas características; sino que en cierra el liderazgo con los demás, ganas de ayudar al prójimo, deseos de superación sin creerse mejor o más que las demás personas y eso le causa satisfacción así mismo como persona, en estos cinco años que tengo de estar estudiando derecho he conocido a muchas personas, de las cuales a unas considero muy buenos amigos y otros que simplemente nunca dejaron de ser nada más que mis compañeros, quiero destacar que conocí a una chica con varias de las características que yo considero que están dentro de la humildad y que trata de ser como la servidora sin querer hacerse merecedora de un alago o premio y eso es muy bueno, ya que ser humilde es una virtud que muy pocos la poseen.

Pero ahora bien también tenemos la otra cara de la moneda ¿serán humildes aquellas personas que creen que todo lo saben, que no le dedican tiempo a los demás, que creen ser superior a todos por su forma de vestir, de caminar, de hablar, es decir aquellas personas que nunca admiten un error, que son despiadadas en la pretensión de sus ambiciones, que son egoístas y suelen evitar a los demás con manifestaciones de indiferencia y que rechazan a los que consideran que no son dignos de ser sus amigos o familiares en su afán de hacerse notar por encima de los demás. Cuando más creemos ser y estar por encima de los demás nos engañamos a nosotros mismos, ya que aquel que busca ser el primero en todo debe primero servir a los demás sin esperar nada! Ya que todo aquel que quiera ser el primero sera el ultimo. Las personas que tienen humildad, aprenden de otros sin importar su nivel social, cultural, espiritual por que aceptan que no conocen todas las respuestas. Las personas con una actitud de humildad, saben que no son buenas en todo, pero reconocen que otras personas pueden ser más hábiles que ellas para determinadas tareas.

La gente adquiere fortaleza, credibilidad y respeto de los demás por que tienen humildad suficiente para aprender de esas personas y para aceptar su ayuda y consejo. La humildad es la acción que Dios produce en nosotros espiritualmente de reconocer tus debilidades y flaquezas.

Cabría preguntarnos entonces ¿somos humildes? ¿Soy humilde? ¿Por qué tengo gestos de amabilidad con otras persona? ¿Quiero recompensa por hacer una obra de caridad? Es tiempo de crear dentro de cada uno, sin presiones la humildad.

NOTA: quiero desearle a Ud. Lic. Una FELIZ NAVIDAD Y UN PROSPERO AÑO NUEVO! Que Dios y la Virgen lo ayuden a cumplir todas sus metas! Quiero que sepa que le tengo mucho aprecio y espero que aunque no nos de clase siempre seamos amigos, gracias por sus consejos créame que me han ayudado mucho.

Por: WENDI BEATRIZ DOMINGUEZ ROMERO

lunes, 20 de septiembre de 2010

Consejo 6

No. 6

Julio (nombre cambiado por respeto), es un buen amigo quien en una ocasión me relató su primera cita con Sonia una chica que recién conocía en una capacitación internacional, se trataba de una joven abogada que había sido seleccionada por su institución para representarles en dicho evento. Las reuniones de las charlas se desarrollaron profesionalmente pero a Julio le llamó la atención la soltura de la chica, sus conocimientos jurídicos, nada comunes en una joven de su edad, quizá unos veinticinco años, su léxico, y sobre todo su sencillez y amabilidad, todas ellas, cualidades que Julio admiraba y deseaba en una compañera.

Recién mi amigo había salido de una ruptura de una relación que le dejó muy afectado, no creía que pudiese encontrar a una mujer que le hiciera sentir bien consigo mismo, pero conocer a Sonia le había parecido una bendición.

Dos días después de haber entablado una esporádica conversación se decidió a invitarla a cenar, la llevó a un buen restaurante y le com,pró flores, al estilo tradicional.

Durante la cena él pidió vino, ella ordenó la cena mientras Julio miraba sus ojos verdes profundamente. Charlaron todo el rato hasta que la cena fue servida, y para sorpresa de Julio esta consistía en no menos de cinco platos para la chica, su cita había pedido dos entradas, ensalada, de dos tipos, plato fuerte, (el más caro del menú), y dos postres. “¿Vas a comerte todo eso?” le preguntó asombrado, “no, lo que no pueda comer lo voy a llevar”.

Esa fue la última cita. Yo por supuesto reí mucho cuando con la historia y no pude evitar pensar “¡que tacaño eres!”. “No es por el dinero…” - me dijo – “si no por el gesto”… no terminé de comprender a mi amigo hasta que leí el consejo número seis del Rey Salomón. Entonces entendí lo que a Julio no le había gustado.

“Cuando te sientes a comer con algún señor. Considera bien lo que está delante de ti, y pon cuchillo a tu garganta si tienes gran apetito.”

Proverbios: Cap. 23 Verso 1 y 2.

sábado, 11 de septiembre de 2010

5

“¿Has visto hombre solicito en su trabajo? Delante de los reyes estará; no estará delante de los hombres de baja condición.”

Proverbios: Cap. 22 Verso 29.

La diligencia es una de las cualidades más importantes de cualquier persona por el hecho de que con ella se pueden cultivar muchas más.

Entre las historias que más me han gustado de la Biblia se encuentra la de José, un joven de diecisiete años, apreciado por su padre, enviado por sus hermanos quienes terminaron deshaciéndose de él vendiéndole como esclavo.

Imagino los sentimientos del joven que poseía tantos sueños de grandeza. Su padre, era un hombre muy adinerado y le había demostrado con su preferencia que él era un chico especial, llamado para aun gran ideal, José había adoptado esas ideas inmediatamente, incluso había soñado en algunas ocasiones que sus hermanos le rendían pleitesía, y ahora, estaba encerrado en una celda de esclavos.

No tardó mucho en ser adquirido al servicio de la casa de Potifar, y no pasó mucho tiempo para que el patrón lo pusiera a cargo de la administración de la casa y sus propiedades. A causa de un mal entendido José fue a parar a la cárcel en donde también el carcelero en poco tiempo lo puso a cargo de los presos nuevos, hasta que, según la historia nos relata, llega a ser administrador de todo Egipto.

La historia de José me inspira mucho ya que objetivamente es la historia de un esclavo egipcio quien llega a ser un gran funcionario del gobierno, gracias a la ayuda de Dios y gracias a una cualidad simple pero esencial en José, Su Diligencia, era realmente una persona que trabajaba bien en toda circunstancia, hacia todo bien hecho, era responsable, o solícito como dice el consejo del Rey.

José, el chico con grandes sueños, al final los realizó, sus hermanos efectivamente le rindieron pleitesía, la pleitesía soñara. No es malo tener ambiciones en esta vida, mientras más grandes y más alto apunten nuestros sueños, mejor, pero lo malo es querer alcanzar esas ambiciones sin tener en cuenta la clave del éxito, una fórmula sencilla que nunca debemos perder de vista: “ESFUERZO + BENDICION = ÉXITO”.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

EL CONSEJO CUATRO

“No remuevas los linderos antiguos que pusieron tus padres.”.

Proverbios: Cap. 22 Verso 28.

Muchas personas piensan que el consejo en realidad quiere decir que no hay que cambiar la forma de pensar que tenían nuestros padres, es decir, lo toman como simbólico y que se refiere a no sobre pasar los límites de comportamiento que nuestros padres nos enseñaron.

Entiendo que dicha perspectiva es muy buena pero no concibo este consejo en ese sentido, sino más bien el consejo tiene un contenido mucho más literal.

En la sociedad agrícola del rey Salomón las delimitaciones de los terrenos se realizaban y quedaban establecidas por la tradición y no por un registro de la propiedad; no existían remediciones, no existían escrituraciones, etc. por tanto los linderos establecidos por los antepasados eran muy importantes, y sin embargo, los hijos, es decir los descendientes de aquellos que habían adquirido la tierra, en determinado momento llegaban a pensar que su padre no había realizado un buen trabajo al demarcar los linderos y se daban a la tarea de removerlos y establecerlos adecuadamente según ellos lo consideraban.

Dichas actitudes irremediablemente aparejaban disputas con los vecinos, quienes evidentemente veían afectados sus derechos de propiedad.

En la actualidad nada puede hacer mejor las veces de “La Manzana de la Discordia” entre vecinos como la delimitación y respeto de las heredades.

El consejo de no remover linderos va más allá de las acciones civiles que evidentemente se refieren a la adecuada convivencia con vecinos. También hace referencia al respeto del padre, es decir, al remover los linderos, los descendientes estaban asegurando con esa acción que sus ancestros se habían equivocado al momento de realizar el negocio jurídico.

Para entender ello debemos meditar en cómo los israelitas adquirieron la tierra. Después de entrar en la tierra prometida de Canaán, las tribus israelitas se dividieron la tierra y cada familia se asentó de acuerdo a sus necesidades, los descendientes de esa familia crecieron en esas tierras, y posteriormente estudiando los casos los hijos de estos colonos consideraban que se les había entregado demasiado poco a su familia y se daban a la tarea de remover linderos. Eso contenía un cierto menosprecio por la opinión de sus padres quienes habían consentido en adquirir los inmuebles con las delimitaciones que se les adjudicó en aquella época.

Los “padres” habían pactado, habían consentido y habían recibido su porción de terreno y ahora los hijos venían a reclamar considerando que no era justo aquello en lo que sus padres habían consentido, en otras palabras decían: “mi padre no sabia lo que hacia”, “Se equivocó”, “debió hacer las cosas mejor”. Etc.

El consejo del sabio va definitivamente más allá, involucra el respeto a la opinión de sus padres, a sus contratos, a sus pactos antiguos, los cuales, el Rey recomienda no echen por tierra para que no se acarreen problemas familiares y vecinales.-